NACE EL IMPERIO NACIONAL SOCIALISTA CATALÁN. MUERE ESPAÑA

Pues ya ocurrió. Ya hay sentencia del Tribunal Constitucional acerca de lo que debería ser el estatuto de una comunidad autónoma, pero que por desgracia para todos los españoles y muy especialmente para los residentes en la región de Cataluña, es mucho más. Cuatro años de un paripé vergonzoso, de un tiki taka nauseabundo que sólo ha beneficiado al PSOE en particular y a los independentistas en general para tomar una decisión, un "fallo", una sentencia, una decisión ya tomada desde el mismo momento en que se dieron trámite el recurso de inconstitucionalidad presentado por el Partido Popular

que fué avalado por más de 4 millones de firmas (numericamente equivalente a mas del 57.15 % del total de la población de la comunidad autónoma de Cataluña), al que se le sumaron los presentados por el defensor del pueblo y las comunidades autónomas de La Rioja, Valencia, Aragón, Baleares y Murcia. El PSOE, los independentistas de CIU y el partido socio de ETA, el golpista y antisistema ERC, mintieron al pueblo español, que es en quien recae la soberanía nacional y único que tiene la potestad de decidir sobre su futuro, al decir que el "pueblo catalán" quería el estatuto que ellos querían. La mentira es burda y absurda, pero coló en una España aborregada. Para empezar no existe tal pueblo catalán, existe el pueblo Español residente en Cataluña y para terminar, los números, la pura matemática, no sujeta ni a la especulación ni a la opinión, dice que, objetivamente, las tres cuartas partes de la ciudadanía CATALANA no votó al estatuto. Concretamente: el censo de la comunidad autónoma catalana era ligeramente inferior a los 7 millones de habitantes cuando se celebró el referendum ilegal. Sólo votó el 49.40 % (el 50.60 % de los catalanes se abstuvo, por lo que se opuso al estatuto de entrada). De ese 49.40 % únicamente votó a favor del anticonstitucional estatuto en el ilegal referendum el 73.90 %. Resumiendo: Tan sólo votó a favor del estatuto el 36.50 % de los catalanes. Un tercio de ellos o lo que es lo mismo, 7 de cada 10 catalanes rechazaron de plano el estatuto, tanto lo rechazaron que la mitad ni siquiera se prestó a la perfomance independentista. Ésto son números. No es opinable. No es interpretable. Una realidad abrumadora. Objetiva. Una sencilla regla de tres simple desmonta años de propaganda, amenazas, coacciones, y una gran mentira que ha sido tragada por muchos. Puede que esa regla de tres sea un esfuerzo intelectual imposible de pedir a un pueblo, el español, aborregado y adormecido, que en fila india y pasito a pasito se dirige a azote limpio al matadero.

Si la mentira sobre la que se sustenta la argumentación de los grupos independentistas, incluido el PSOE de Zapatero, es tan fácil de desmontar. ¿Cómo es posible que un tribunal cuya única y exclusiva función es el de garantizar el correcto funcionamiento de la constitución, que según ellos está formado por "juristas de reconocido prestigio", de validez a un bodrio no sólo abiertamente anticonstitucional sino además intencionadamente golpista?. Varias respuestas serían correctas. En primer lugar, y sobre ésto no voy a extenderme, son los errores de origen de la propia constitución, errores que son fruto de un incomprensible complejo y de una suicida comprensión hacia el nacionalismo proterrorista. La política de apaciguamiento no logra apaciguar, más bien fortalece al enemigo, en éste caso a los enemigos de España. Churchill lo demostró: "Os dieron a elegir entre el deshonor y la guerra, elegisteis el deshonor y tendréis la guerra". Chamberlain, a quien fueron dirigidas estas palabras aprendió bien la lección. En la constitución se aceptaron las exigencias de la izquierda y de los nacionalistas, para evitar un golpe revolucionario de la izquierda como el de Octubre de 1934 y el terrorismo y tensiones territoriales por parte de los nacionalistas. Esa aceptación supuso un duro golpe a la dignidad de la Nación Española y del pueblo Español. Fué una auténtica deshonra y una indignidad. Después vino un recrudecimiento del terrorismo, mas exigencias de los nacionalistas, la deslealtad y traición de la izquierda, y por supuesto más indignidad y más deshonra.

La segunda razón es la historia ignominiosa del propio Tribunal Constitucional y su naturaleza corrupta desde el mismo momento de su nacimiento. Su estructura, su modo de funcionar y organizarse es una invitación a la corrupción, y asi ocurre. No diré mucho, tan sólo recordare los casos, por ejemplo, de Herri Batasuna o de Rumasa. Casos de una vergüenza tal para el estado de derecho y de la justicia que deberían estudiarse en las facultades de derecho de todo el mundo como casos definitorios de lo que es la prevaricación y de los jueces al servicio del crimen.

La tercera razón, relacionada con las otras dos, es Zapatero. Zapatero no es un demócrata, eso se sabe. También sabemos ya, que odia a España. Peor aun, no cree en España ("El concepto de España es un concepto discutido y discutible" Zapatero dixit). Sabemos que detesta y desprecia a la constitución y que no soporta la libertad. Sabemos la visión megalómana que tiene de sí mismo. Sabemos la simpatía que tiene por grupos radicales y antisistema. Sabemos que comprende y se siente sentimentalmente cercano al terrorismo, siempre y cuando sea de izquierdas. Y sabemos que no siente el mínimo respeto por la transición y que se siente heredero político e ideológico directo del Frente Popular bolchevique que provocó la guerra civil con un magnicidio tras años de asesinatos a sectores de la población por sus creencias religiosas y políticas.

Zapatero pasó de ser un diputado gris y silente a secretario general del Partido Socialista Obrero Español. La mayoría de nosotros no le conociamos. Pero para su partido no era un desconocido. Y menos para el partido socialista de León. Me remito al libro "El Maquiavelo de León" de José García Abad, personaje nada sospechoso de ser un derechista ya que es un histórico socialista del sector guerrista y director del semanario "El Siglo" (http://www.elsiglodeuropa.es/) en donde explica con todo lujo de detalles no sólo la patológica (desde el punto de vista psiquiatrico) personalidad de Zapatero, sino cómo consiguió hacerse con el poder en el partido, mintiendo, traicionando a adversarios y amigos, y cómo ha ejercido ese poder de forma totalitaria y cruel para aferrarse a el y conseguir la presidencia del gobierno, para a su vez, conseguir su gran plan y su gran proyecto, la destrucción de España. Y en ello ha estado trabajando, con ahínco, y también con gran eficacia desde que el 23 de julio de 2000 fué elegido secretario general en el 35 congreso federal del PSOE.

Durante dos años formó en torno a su figura un núcleo duro de adeptos, de una lealtad inquebrantable, por estar cerca del poder o por miedo a las represalias, o seguramente por ambas razones, y el 27 de octubre de 2002 es elegido candidato a la presidencia del gobierno. Desde ése momento comenzó a acelerar su plan. Y comenzó el golpe de estado por fases para, en un primer momento tomar el poder mediante un cambio de gobierno, una vez en el poder, perpetuarse en el mediante un cambio de régimen. Esa es la fase en la que nos encontramos.

So cabe recordar la oposición que ejerció contra el gobierno de Jose María Aznar. A las deslealtades institucionales con el legítimo gobierno, se le suman sus traiciones de lesa patria y una agitación y propaganda de corte revolucionario y violento más propio del PCUS que de un partido presuntamente socialdemócrata. Las manifestaciones radicales junto con el nacionalismo violento gallego tras el accidente del "Prestige" con disturbios, agresiones y ataques terroristas a sedes del PP en Galicia y aliándose con quien provocó el accidente en contra del gobierno. La protesta por el envío de ayuda humanitaria a Irak tras el derrocamiento de Sadam Hussein, (ESPAÑA NO PARTICIPÓ EN LA GUERRA) mintiendo descaradamente a la opinión pública y creando un caldo de cultivo violento contra la derecha aliandose con los grupos antisistema e incluso encabezando el propio Zapatero manifestaciones desde las que se atacaron centros comerciales. La alienación con Marruecos cuando el ejercito marroquí invadió por las armas territorio soberano español en la Isla de Perejil cometiendo no sólo una flagrante deslealtad con el gobierno sino cometiendo un delito de alta traición por apoyar, defender y justificar una acción armada, de guerra, de un pais extranjero contra España invadiendo suelo español. El pacto con la ETA mientras firmaba con el PP el pacto contra el terrorismo y el 11 M, no aclarado aun, golpe que acabó con la vida de 193 personas y que utilizó contra el gobierno, movilizando a lo mas radical de la sociedad e instigando a atentar contra dirigentes y sedes del PP. No sólo eso. Llamando a medios de comunicación mintiendo y diciendo que había suicidas en los trenes. Cometiendo delito electoral al no respetar la jornada de reflexión y entorpecer la investigación del atentado. No me cabe duda moral de que el 11 M el PSOE repitió la historia de Octubre de 1934.

Una vez ganado el gobierno en unas elecciones parcialmente legales pero totalmente ilegítimas comenzó la siguiente fase. Pacto del Tinell y cordón sanitario para sacar de la sociedad a la mitad de los españoles, acuerdo con la ETA (que nunca se ha acabado) y diseño del estatuto de cataluña que es donde nos encontramos. Todo ello destinado a destruir la Nación española ya que es la única forma de perpetuarse en el poder.

La actual fase del golpe de estado con la aprobación del estatuto de cataluña por el tribunal constitucional es la formalidad de que ya ha acabado con el régimen constitucional. Se ha derogado la constitución española con la creación de una constitución catalana. España queda subordinada a cataluña que se convierte así en la metropoli de un imperio nacional socialista y España su colonia. El tribunal Constitucional con su corrupta presidenta (cobró indirectamente a través de su marido de la generalidad catalana) ha subvertido el orden constitucional y ha finiquitado la democracia y el Estado español. El estatuto es claramente anticonstitucional. No solo en lo referente a lla soberania y al término nación. Todo el choca frontalmente con lo que la constitución estipula de manera explícita.

Por si fuera poco, y a pesar de que han conseguido independizarse reservandose la seguridad de que España les seguirá pagando y financiando, es decir, se han asegurado y se ha legalizado el latrocinio, el presidente de la generalidad, el cordobés José Montilla ha amenazado con la sedición violenta, lo que es un grave delito. De igual manera han amenazado los dirigentes de CIU y los proterroristas de ERC.

Sirva la defunción de España para vergüenza de un tribunal que nunca debió existir. Si alguna cuenta ha engordado o se ha asegurado alguien que no haya fiambreras bajo su coche con ésta sentencia que no extrañe a nadie. La cobardía es libre pero fabrica esclavos. Que malditos sean.

Zapatero contento, se ha salido con la suya y presentará su triunfo como declaración de intenciones a la ETA. Ese es el regalo que Zapatero hará a la ETA por asesinar a 1000 personas. Ese será el premio que le dé, porque, que nadie se engañe, a Zapatero le gusta ETA. Vendrá para Las Vascongadas un estatuto como el catalán que les de en la práctica la independencia pero pagando España todos los gastos. Ahora que sigue negociando Zapatero pronto lo veremos. Al tiempo.

En definitiva. Zapatero está triunfando, y el plan que diseñó se ha hecho realidad. Es el fin de España. Nació la dictadura catalana.